lunes, 24 de septiembre de 2018

CANSADAS | Nuria Varela


Como dice Nuria Varela, estamos Cansadas de los neomachismos, de las jornadas de 20 horas en casa y fuera de ella, de la presión por alcanzar modelos de mujer inalcanzables. Cansadas de que nuestras reivindicaciones siempre tengan que esperar porque parece haber cosas más importantes que atender antes y de que sigamos infrarepresentadas en todos los puestos de responsabilidad. Estamos cansadas de estar cansadas; queremos nuestra revolución, y no valen excusas. Estamos, más que cansadas, ¡¡hasta el coño!!

«A estas alturas, resulta casi imposible cambiar actitudes y valores en un cuerpo agotado por la doble y triple jornada, por las microviolencias y micromachismos diarios, -en el trabajo y en las relaciones personales-, por la exigencia del mito de la belleza y la eterna juventud, la medicalización excesiva del cuerpo y la patologización de todos los procesos naturales de nuestros cuerpos. Invisibles.

Nos hemos hecho mayores y no nos gusta lo que vemos. Es tiempo de nuestra propia reacción.»


Cansadas es el sugerente título del nuevo libro de la autora de Íbamos a ser reinas y Feminismo para principiantes (publicados por Ediciones B). En él, la autora evidencia las nuevas y sutiles formas del patriarcado para seguir discriminando a las mujeres bajo el velo de la igualdad, nuevas formas de sexismo y de misoginia, más encubiertas pero igual de machistas.

Encuéntralo en libros feministas recomendados.

viernes, 21 de septiembre de 2018

¿Quién le hacía la cena a Adam Smith?


"No de la benevolencia del carnicero, del cervecero y del panadero, sino de sus miras al interés propio, es de quien esperamos y debemos esperar nuestro alimento" decía Adam Smith, padre de la ciencia económica. Pero, ¿realmente era del interés propio del carnicero de quien el señor Smith obtenía sustento en forma de jugoso filete? ¿Había alguien más implicado en el trabajo de ir a la carnicería,escoger una buena pieza, cocinarla y ponérsela en el plato al bueno de Adam? El cuento de la economía como nunca antes te lo habían contado en el libro ¿Quién le hacía la cena a Adam Smith?.

Es curioso cómo la mente del Homo economicus por excelencia obvió en su gran teoría económica (que acabaría rigiendo el mercado capitalista) el viaje que daba su filete desde la carnicería hasta aparecer cocinado en su mesa. Y no sólo eso, también obvió que, hasta que llegó a ser adulto, economista y un montón de cosas más, alguien cuidó de él, le alimentó, le educó, le proporcionó protección y cariño. Incluso de adulto siempre tuvo a su madre cuidándole, ya que vivió su vida dependiendo de ella.

Se olvidó del amor desinteresado, representado prácticamente en su totalidad por las mujeres que les proporcionaron lo imprescindible para seguir vivos y desarrollarse. Si Adam Smith hubiese sido capaz de ver más allá de la punta de su nariz, habría concluido que todo lo que él era e hizo, igual que en el caso del panadero o del carnicero, era posible no por el interés propio de ELLOS, sino por el amor desinteresado de quienes les criaron y educaron.

Por eso, querido Sr Smith, el motor de la economía, de la sociedad, del mundo, no es el interés individual. El verdadero componente imprescindible de todo esto es, como ya hemos dicho, el amor desinteresado.

Un libro muy ameno y deconstructivo que puedes encontrar en librerías feministas.